sábado, 5 de octubre de 2013

Crítica - 24 Redemption: Jack Bauer en África

Los tipos duros en el cine tienen su aquel, su pedacito de carisma. Los hay que destilan chulería, personajes como Bruce Willis, Arnold Swarzeneger o Silvester Stallone, cuyas frases tipo "Sayonara baby" o "Yipi ka Yei, hijo de puta" han marcado tendencia; tenemos también a los "malotes" con aspecto más bien rudo y parcos en palabras, tipos como Jean-Claude Van Damme, Steven Seagal o Chuk Norris; y no podemos olvidar a los agentes secretos que por fuera desprenden más estilo, pero por dentro son tan animales como los anteriores: Daniel Craig en su papel de James Bond, Tom Cruise en Mission Impossible y, mi preferido, Kiefer Sutherland o, como se le conoce en la serie 24 Horas, el agente Jack Bauer.

Bauer es un agente de la UAT (Unidad Antiterrorista de los Ángeles), organismo dedicado a acabar con las amenazas contra la seguridad nacional de EE.UU, casi siempre provenientes de grupos terroristas que utilizarán diferentes armas a su alcance para lograr sus objetivos: bombas (de las normales y de las nucleares), secuestros, asesinatos, robos de información confidencial... en fin, cualquier cosa. ¿Sus nacionalidades? Árabes, chechenos, rusos, chinos, turcos... todos encuadrables dentro de una mezcla entre el famoso "Eje del mal" acuñado por George Bush y el "enemigo comunista" del senador Joseph McCarthy .

Rótulo de la serie 24 Horas
La serie se desarrolla en un "tiempo real", en el que Jack tendrá que salvar a su país sorteando todo tipo de pruebas durante 24 horas, tiempo ininterrumpido en el que el protagonista ni duerme, ni va al baño, ni come, ni se toma el más mínimo respiro, dando siempre el 120% de sí mismo por su patria y su bandera. Puede sonar una americanada de tomo y lomo, pero la acción se desarrolla a tal ritmo y de forma tan absorbente, que no sería raro que al acabar un capítulo os descubráis dándole al play para ver el siguiente. Cabe destacar que Kiefer Sutherland estuvo nominado a un Globo de Oro y un Emy por su papel protagonista en la serie.

La secuela que nos ocupa hoy no es otra que la película basada en esta serie, titulada 24: Redemption, y en la que tenía puestas muchas expectativas debido al hecho de que fue también nominada al Globo de Oro y a que soy fan incondicional de 24 Horas que, aunque la he cogido tarde (han pasado más de 12 años desde su estreno), estoy devorando a razón de dos o tres capítulos diarios. Por eso, cuando me enteré de que había peli, no lo dudé un segundo y fui a la Fnac a por ella (12 euros me costó adquirirla). La serie terminó en su octava temporada, pero hace unos meses anunciaron el regreso de Bauer en su noveno día infernal, que verá la luz en abril del 2014.

La historia se sitúa después de los acontecimientos de la sexta temporada, y se rodó con el objetivo de dar a los ansiosos fans un "aperitivo" de 88 minutos antes de sumergirse en la séptima entrega. Los hechos transcurren en dos horas cronometradas (de 3.00 a 5.00 p.m.), al igual que la serie, mediante un reloj que va marcando los minutos y los segundos en los que se desarrolla la acción, transmitiendo así una sensación de agobio al espectador que, a medida que se le acumulan los problemas y las situaciones insalvables al pobre Jack, siente en su piel la misma presión que experimenta el propio Bauer ante el inexorable paso del tiempo. Esta es una técnica muy efectiva pero, al mismo tiempo, causa bastante desasosiego, derivado de la idea de que el tiempo no da un respiro a nadie, ya que no hay forma de pararlo, a pesar de que más de una vez nos gustaría que así fuese, para darle un poco de margen a Sutherland, con quien nos identificamos y, por extensión, a nosotros mismos.

Kiefer Sutherland como Jack Bauer en 24: Redemption
Como señalé antes, me considero un fan incondicional de la serie, y por ello vi la película con una serie de expectativas. He de decir que unas se cumplieron... y otras no tanto. Para empezar, yo esperaba ver más de la historia personal de Bauer, una evolución del personaje que en las temporadas anteriores no pude apreciar debido al ritmo vertiginoso de la acción. Pensé que, tratándose de una película, se explayarían más acerca del personaje, sus motivaciones tras los hechos de la sexta temporada, sus planes para el futuro... Lo que encontré fue a un Bauer perdido y en conflicto consigo mismo que, lejos de saber hacia dónde dirigir sus pasos, estaba dispuesto a hacer el petate y marcharse del refugio provisional que encontró en una escuela para niños en África, para dirigirse no se sabe dónde. Desafortunadamente para él, los problemas le siguen allá donde va, y tuvo que volver para ayudar a los chavales a escapar de un grupo militar que quiere reclutarlos a la fuerza como soldados. 

El formato en tiempo real tampoco es muy original, ya que al estar cronometrado en dos horas, es como si te metieran dos capítulos de golpe. Personalmente esperaba una película menos pendiente del tiempo, con más aire y más espacio para que Jack se nos abriese un poco más, sin ataduras ni relojes. Sin duda hubiese sido un experimento interesante, pero continuaron por un camino ya de sobra conocido, sin arriesgarse, seguramente por miedo a defraudar a los millones de fans de la serie.

No obstante, la calidad actoral de Sutherland es de sobresaliente en esta cinta, desempeñando un papel en el que se siente muy cómodo y que ya debe ser como su segunda piel. La culpa, el remordimiento y la búsqueda de la redención (de ahí el título) por las acciones que se vio obligado a hacer por su país y cuestionadas por el mismo gobierno a quien defendió tantas veces arriesgando incluso su vida y a sus seres queridos, estarán muy presentes en el atormentado Bauer en este preludio de la séptima temporada, que acabará de nuevo poniendo al incansable agente en una difícil situación en la que tendrá que tomar una decisión que, como ya está acostumbrado, le pondrá de nuevo en el ojo del huracán por proteger a los más débiles. Es de agradecer también el cambio de escenario, un país ficticio de África llamado Sangala, ya que las seis temporadas anteriores se desarrollaban en Los Ángeles y se hacía ya muy repetitivo. 

Esta es una película hecha por y para los fans, que forma parte de la serie 24 Horas, por lo que si no habéis visto las temporadas anteriores, no tiene mucho sentido que os hagáis con ella. ¿Es una aportación valiosa para los fans? Sí, para los muy fans, ya que aporta detalles adicionales sobre la siguiente temporada, aunque los que no vean 24: Redemtion tampoco se van a perder mucho del argumento de la séptima entrega. En definitiva, esta es una película para los amantes de Jack Bauer, que quieran seguir de cerca todo lo que le afecta y las situaciones a las que tiene que hacer frente, esperando quizá que algún día, el vapuleado agente de la UAT se rompa por las costuras y acabe en un manicomio o, por qué no, se haga él mismo terrorista, vengándose del país que tanto le ha machacado... Desde luego, merecería la pena verlo.

Lo mejor:  Dos horas extra de Jack Bauer en estado puro.

Lo peor: La película no aporta mucho a la trama de la serie y al acabar deja un tanto frío al espectador.




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