martes, 3 de septiembre de 2013

Crítica - Kick Ass 2: con un par

Todos nos hemos puesto un disfraz alguna vez, asumiendo un rol distinto al que estamos acostumbrados en nuestro día a día. Basta con ir a una tienda de disfraces y surtirnos de lo que necesitemos para camuflar nuestro "yo" de la manera que prefiramos. Ya sea mediante una máscara para asustar a alguien en Halloween (una de Scream o de Rajoy iría bien); una capa y un sombrero de ala ancha para parecerse a Ala Triste en Carnavales; un traje completo de torero para que tus amigos se rían de ti y te hagan fotos subiendo a un autobús con destino a Cuenca por tu despedida de soltero... El objetivo no es otro que disfrutar durante unas horas jugando a ser alguien distinto (bueno, en el caso de la despedida de soltero quizá no); flirtear con la idea de ser tan malo como Fredy Crueger, o con la posibilidad de ser un superhéroe como Batman. 

Ese es precisamente el meollo de la cuestión en Kick Ass 2, la secuela que fui a ver ayer al cine y que consigue, durante una escasa hora y media, hacer que nos imaginemos qué tipo de atuendo elegiríamos y qué apodo nos pondríamos si nos decidiésemos a salir a la calle, ocultos tras una máscara, dispuestos a hacer el bien... o el mal.

Imagen propiedad de Universal Pictures
Nombres como "Hombre Insecto", "Coronel Barras y Estrellas", "Battle Guy" o "Zorra Nocturna" para los buenos y "Madre Rusia", "Tumor" o, simplemente, "El Hijoputa" para los malos, pueden darnos una idea de por dónde van los tiros en esta cinta de acción gamberra basada en el cómic de Mark Millar con toques de humor negro, donde las escenas de sangre explícita y los diálogos más crudos y actuales se dan cita en una difícil pero exitosa combinación.   

Asfixiados con tanto remake y versiones de los mismos superhéroes contra los mismos villanos (sin ir más lejos, están preparando la segunda parte de Man of Steel con Ben Afflek como el nuevo Batman), Kick Ass 2, a pesar de ser una secuela, ha sido un gratificante soplo de aire fresco en un verano donde los cómics han campado a sus anchas. Ahí tenemos, por ejemplo, un sobresaliente Superman con 3,1 millones de euros su primer fin de semana en España, un digno Lobezno Inmortal que alcanzó la cifra de 1, 41 millones, o la mediocre RED 2, que debutó con 450.000 eurillos. Habrá que esperar a ver si Kick Ass 2 ha salido bien parada pero, desde luego, lo merece.

Ante todo, la secuela de Kick Ass es una cinta actual. Ambientada en la sociedad de nuestros días, los personajes, adolescentes la mayoría, actúan movidos por sus impulsos, sin pensar demasiado en las consecuencias de salir por ahí disfrazados de superhéroes cutres, con el objetivo de ser alguien distinto de cara al mundo (como comentaba al principio de esta entrada), dejando atrás sus aburridas vidas de oficinistas, padres de familia o estudiantes, intentando dejar huella usando la tecnología a su alcance. De esta forma, las redes sociales son un protagonista más, ya que están presentes constantemente en la película cumpliendo una doble función: empatizar con el espectador adolescente y ridiculizar mediante situaciones y diálogos absurdos la dependencia que tenemos de estas herramientas digitales. Así, podremos ver al "Hijoputa" tuiteando sus crímenes con una dirección IP oculta, o a una panda de matones atacando a Kick Ass con la finalidad de grabarlo en vídeo y subirlo a Youtube para conseguir más de un millón de visitas. Y es que la "viralidad" está a la orden del día

Hit Girl -
Imagen propiedad de Universal Pictures
En cuanto a los actores, desde el ingenuo "Kick Ass" a la letal "Hit Girl", pasando por el irritante "Hijoputa", están a la altura de las expectativas, sin olvidar a un Jim Carrey en el papel de "Coronel Barras y Estrellas" mucho más contenido de lo habitual, lo cual, en mi opinión, es bastante de agradecer. Sin duda alguna Hit Girl es la atracción de la película, combinando perfectamente la inocencia propia de una niña de 15 años con la crueldad de una asesina sin piedad que, lo mismo le corta la mano a un tipo sin pestañear, que se echa a llorar porque sus compañeras de clase le dan de lado en el instituto. De hecho, salir con chicos o ir a una fiesta de pijamas, se convierte para ella en algo más peligroso que, citando sus propias palabras, "la vez que mi padre me obligó a ir a un fumadero de crack llevando solo una navaja"

Otro punto a favor de la secuela a parte del guión, los actores y un ritmo constante (aderezado con escenas de acción trepidante muy bien conseguidas), que hace que los casi cien minutos de largometraje pasen en un suspiro, es la forma de contar la historia mediante subtítulos y "bocadillos" como los que vemos en las páginas de un cómic, creando la sensación de estar leyendo viñetas, sin entorpecer para nada la trama. Quizá lo único que hace sombra a la película es el elevado número de tópicos que aparecen en la segunda mitad de la misma, relacionados con los sentimientos de los personajes y con las decisiones que toman en función de estos, haciendo que la última media hora de largometraje sea de lo más predecible y muy poco original.

En definitiva, estamos ante una de las cintas más entretenidas y mejor llevadas de los últimos meses aunque, probablemente debido a la baja promoción que ha tenido la película y el hecho de que han pasado tres años desde que se estrenó la primera parte, no tendrá tanto éxito como su predecesora. Por mi parte, me quedo con una escena del final de la película en la que "Kick Ass" sujeta al "Hijoputa" del brazo para que no caiga al vacío. El Hijoputa le pide que le suelte, ya que no quiere su ayuda, a lo que el protagonista le responde: "Cuando mueres se acabó. No hay secuela." 

Yo, sinceramente, espero que haya una tercera parte. 

Lo mejor: Las escenas de acción protagonizadas por "Hit Girl".

Lo peor: El desenlace es de lo más predecible.




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